Realizado en plata (ha perdido la cruz) en elegante contrapposto está representado muerto con tres clavos y gran detalle anatómico. Según estudio de Rosario Coppel existe documentación sobre la actividad de della Porta en Roma en 1569, donde realizó crucificados de diferentes tamaños en plata y otros metales. Uno de sus crucificados se encuentra en el Kunsthistorisches Museum de Viena. El mismo modelo de Cristo aparece en un relieve creado por della Porta y fundido por Antonio Gentilii que fue un regalo del Gregorio XIII a Bianca Capello, Gran Duquesa de Toscana, quien se lo regaló más tarde a Felipe II para el Monastrio de El Escorial. Otro de los Cristos atribuidos a della Porta, en plata, se encuentra en el Museo Arqueológico de Madrid. De los trabajos de della Porta en plata, han sobrevivido pocos ejemplares, a pesar de haber sido realizados por personajes importantes de la época. La mayor parte de estas piezas fueron fundidas por Antonio Gentili de Faenza, que llegó a Roma en 1549-50 y fue el mejor asistente de della Porta. Medidas: 20 x 19 cm.