Escultura de madera tallada y policromada. La escena representa a Cristo esperando la muerte en el Gólgota, despojado de las vestiduras por los sayones. Aparece sentado sobre una piedra oculta por el manto de quebrados pliegues en contraposto con las piernas orientadas hacia el lado contrario a la cabeza. Los brazos cruzados sobre el abdomen y las manos juntas que irían atadas con una cuerda real. Su cuerpo evidencia los padecimientos de Pasión previa a la Crucifixión: regueros de sangre producidos por la corona de espinas que áun lleva y por la flagelación. Fue en el area de los antiguos Países Bajos del sur donde esta iconografía alcanzó mayor éxito teniendo poco arraigo en España durante el siglo XV pero reaparece esporadicamente en la escultura hispano flamenca del siglo XVI. En España se conocen hasta diez ejemplares que reproducen esta iconografía con los que esta talla se puede relacionar. El ejemplar de la Catedral de Santa María, en la capilla de San Enrique en Burgos, datado hacia 1500 con la disposición de piernas muy similar a este así como el manto que cae en cascada por la piedra con pliegues duros y angulosos; El del Monasterio Real de Santa María de Pedralbes en Barcelona de h. 1500 tiene simular postura de manos y cabeza y lleva perizonium y el manto no le cubre, sería una obra flamenca de Brabante. Por último el ejemplar del Museo Diocesano de Arte Sacro de Bilbao procede de la Parroquia de Santa María Magdalena de Plentzia que también lleva perizonium y túnica que cubre la piedra y tiene unos pliegues similares a esta. Bibliografía: “El Cristo sobre la piedra fría. Notas en torno a una magen del Museo Diocesano de Bilbao y el arraigo de su iconografía en Vizcaya”, Jesús Muñiz Petralanda. Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología BSAA ISSN 0210-9573, Tomo 69-70, 2003-2004, págs. 247-276. Medidas: 128 x 46 x 58 cm.